jueves, 8 de junio de 2017

Estancia con Tomás Segovia Por Alberto Espinosa Orozco

Estancia con Tomás Segovia
Por Alberto Espinosa Orozco


Estar con Tomás Segovia, quien no lo sabe, era estar de pronto en el centro mismo de la vida, en el borbotón de la luz y la memoria, tanto de sus tormentas intelectuales como de sus preciosos silencios delicados. Su fascinante personalidad tenía siempre algo que enseñar a todos, a todos quienes quisieran escucharlo. La increíble noticia de su partida me cierra un puerto al que siempre creí que volvería, más digno tal vez, para escucharlo, para verlo, para beber incansablemente de una magnitud que me atreveré a llamar, en su inconmensurabilidad, del linaje del milagro. Su obra me acompañado por largos años en mi particular exilio, lo seguirá haciendo cuando se ha cerrado ya definitivamente la curva de sus días, como el hombre más fiel que siempre ha sido, a la magia del mundo y sus palabras, en su distante manera de estar presente, de volver siempre.



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