jueves, 8 de junio de 2017

EL Libro Jubilado Por Juan Emigdio Pérez

EL Libro Jubilado
Por Juan Emigdio Pérez





Antes de hablar de mi libro jubilado, quisiera hacer algunas referencias relacionadas con el artefacto llamado libro, el cual como lo conocemos es un conjunto de hojas de papel o material semejante que al presentarse encuadernado, o sea, que el conjunto de hojas esté cocido, pegado, engrapado o engargolado, forme un volumen con cierta presentación artística que permita ser consultado con facilidad. La palabra libro viene del latín Liber o Libri, que significa la corteza interior del tronco de un árbol, de donde se extrae la pulpa para confeccionar el papel. Se tiene al chino Cai Lun, eunuco y consejero del Emperador He de la dinastía Han, ser el inventor del papel en el año 105 a. de C. Para que una publicación se considere  libro, según la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) fundada en 1945 con sede en Paris, Francia, debe tener un mínimo de 50 páginas. Si es de menor volumen se considera un folleto o plaquette que se utiliza para difundir obras literarias de poco volumen. La invención de la imprenta por el alemán Johannes Gutenberg, el 3 de febrero de 1440, permitió que se dejara el laborioso y lento copiado en forma manuscrita y se trabajara en la difusión masiva de textos en forma de libros.



         Si hablamos de libros se puede establecer una cronología del libro antiguo dividida en siglos si se toman como base ciertas características comunes que los distinguen. Así se pueden clasificar en libros Incunables los del siglo XV; Renacentistas siglo XVI; Barraco siglo XVII; Neoclásico siglo XVIII y el Ilustrado siglo XIX. Actualmente en el siglo XXI, existen libros digitales o electrónicos (e-books), que contienen archivos para ser leídos en una computadora o en algún dispositivo electrónico. También existen los audiolibros que están destinados para las personas invidentes o en escritura braille para lectura táctil. A finales de 1971 comenzó a desarrollarse lo que hoy  conocemos como libro digital. En 1981 salió a la venta el primer libro en inglés Random House`s Electronic Dictionary, pero fue en marzo de 2001 cuando el libro digital experimentó su máxima expansión con la venta de la novela  Riding The Bullet de Stephan King, pues en apenas 48 horas vendió 400,000 copias al precio de dos dólares y medio por copia. El libro digital tuvo una gran demanda en los tres primeros lustros del siglo XXI, sin embargo, el costo de adquisición y el costo de los equipos electrónicos lo hacen oneroso, además de los problemas que causa a la vista por el uso continuo de la luz en la pantalla. En el presente año 2017, las editoriales han visto bajar la venta del libro electrónico y subir las ventas del libro tradicional en papel, que nuevamente vuelve a tener la aceptación de los lectores. Las tecnologías siguen avanzando para bien de la escritura y así se han logrado grandes adelantos desde el uso de la arcilla, el papiro,  los códices precolombinos, los libros impresos y ahora los libros electrónicos.



         La escritura cuneiforme es considerada como una de las formas más antiguas de la expresión escrita. Se realizaba sobre tablillas de arcilla húmeda y fue considerada como jeroglíficos hasta que ha ciertas expresiones se les atribuyó un valor fonético y así la historia comienza a tomar forma con la expresión plasmada en escritura fonética. Fueron los fenicios, pueblo dedicado al comercio, que se autonombraban los cananeos y sus tierras originales se ubicaban en el actual Líbano, quienes hacia el año 1000 inventaron el primer alfabeto que a través de griegos y romanos llegó con sus variaciones a reflejarse en nuestro alfabeto. Acerca de las reflexiones sobre la importancia del libro, Sergio Haro Alcaraz, comenta que lo considera el invento más importante de la humanidad, colocándolo incluso por encima del descubrimiento de la rueda, pues no obstante que la rueda facilitó la transportación de objetos, transformando la vida de las personas, su alcance es físico y por lo tanto efímero, pues se trata de un invento utilitario. En cambio el libro sirve para transportar ideas y es capaz de llevar el pensamiento de una persona o de muchas personas a través del tiempo y del espacio, sirviendo como eslabón de generaciones, que les permite conocer las ideas de un creador en forma directa o en traducciones que estarán disponibles aún después de su muerte.
         Es tan abundante la publicación de libros, que en 1966 fue creado  por las librerías y papelerías en el Reino Unido el identificador para los libros de uso comercial conocido como ISBN (Número Estándar Internacional de libros) cuyas finalidades son: Identificar cada libro como si fuera su cédula de identidad. El registro incluye entre otros datos: título, edición, tiraje, extensión, materia, país, y lengua. Sistematizar la producción editorial de cada país para hacer posible el uso de estadísticas, sin embargo, la cantidad de títulos publicados al año no es un indicador de fortaleza editorial, ni del nivel de lectura de un país, lo asienta Guillermo Schavelzon en su blog.

        Se puede observar según datos de las Cámaras de la Industria Editorial, el tiraje de 100,000 títulos en promedio por título en España se aproxima a 1,700 ejemplares, en cambio en los Estados Unidos es de 9,800. Lo que refleja que en España representa un total de 170 millones de libros al año. En Estados Unidos los 100,000 títulos representa 980 millones de libros al año, por lo que el total de libros puestos es circulación en Estados Unidos es siete veces mayor que en España. En México con 121 millones de habitantes se venden libros por 400 millones de dólares  al año, equivalen a $3.30 dólares por habitante. En Colombia con 48 millones de habitantes se venden libros por 140 millones de dólares que representa $2.91 dólar por habitante. En Argentina con 43 millones de habitantes se venden libros por 300 millones de dólares, equivalente a $6.97 dólar por habitante. La clasificación de libros se puede hacer por su temática y encontramos libros de Historia, medicina, militares, filosóficos, de Derecho, Computación, astronomía, religión, geología, biología oceanografía y química entre otros. El Marqués de Villena, creo en 1713 la corporación que tenía como tarea prioritaria la elaboración de un Diccionario de la lengua Castellana, recomendando que fuera  “el más copioso que pudiera hacer”, objetivo que se logró en 1726, año de publicación del primero de los seis tomos del Diccionario de Autoridades, propósito que se mantiene de manera continua hasta la fecha.  Del Diccionario de la lengua española, se han publicado veintitrés ediciones desde 1780.
         Tengo a la vista mi primer Diccionario Moderno, Cuarta edición corregida y aumentada, publicado bajo la dirección de Eduardo Cárdenas, Miembro Corr., Academia Colombiana de la Lengua ex-Director de Selecciones del Reader`s Digest, correspondiente a la Cuarta Edición, 2ª. Impresión de 1963. Lo adquirí en la librería de Fernando H. Bracho, ubicada en calle Patoni 226 Nte. Tel. 30-51, en Durango, Dgo., (datos tomados del sello identificador). En la primera hoja anoté: <Este diccionario lo dejé de usar el 31 de Agosto de 1995. Le di su merecida jubilación después de 32 años de servirme>. La portada y los bordes de las primeras veinte hojas, así como las diez últimas están desgastadas por el uso.  Sus márgenes tienen el color sepia de la vejez y su lomo está totalmente desgastado y apenas se distingue “iccionari” y la mitad de la letra “M”. Su tamaño es de 16 por 10.5 por 3.5 cms. Lo integran 588 páginas. Lo sustituí por un Diccionario  Grijalbo. Gran Diccionario Enciclopédico Ilustrado, de 1,820 páginas –que está en proceso de jubilación por la llegada del Google- abre con Prefacio de Jorge Luis Borges, que inicia: “Hay quienes  no pueden imaginar un mundo sin pájaros; hay quienes no pueden imaginar un mundo sin agua; en lo que a mí se refiere, soy incapaz de imaginar un mundo sin libros. A lo largo de la historia el hombre ha soñado y forjado un sinfín de instrumentos. Ha creado la llave, una barrita de metal que permite que alguien penetre en un vasto palacio. Ha creado la espada y el arado, prolongaciones del brazo del hombre que lo usa. Ha creado el telescopio, que le ha permitido indagar el alto firmamento. Ha creado el libro, que es una extensión secular de su imaginación y de su memoria.”

         Un libro te puede poner triste; hacer llorar, reír, pensar, reflexionar. Te puede servir de guía, algo habrá dejado en ti cuando termines de leerlo. No es difícil convertirse en lector, inténtalo, requieres de pocos minutos al día. Es necesario dosificar el uso de la tele y tu participación en las redes sociales, que requieren tiempo, sin caer en la adicción de estar “enganchados al chisme” y por último,  contar con una actitud propositiva. La lectura es un ejercicio mental necesario para mantener activo el cerebro. Busca las lecturas que te interesan y ponte a leer, porque después vas a ser adicto a la  bondad de la lectura. Inténtalo.





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