miércoles, 16 de julio de 2014

Nazario Espinosa: Litógrafo y Editor Zacatecano. La Enseñanza y la Escuela Por Alberto Espinosa Orozco


Nazario Espinosa: Litógrafo y Editor Zacatecano.
 La Enseñanza y la Escuela
Por Alberto Espinosa Orozco 


I
   En el Archivo Histórico de Zacatecas, sorprendente por el nivel de conservación de los documentos de los siglos XVI, XVII, XVII y XIX y todos en perfecto estado. Don Miguel Ángel Priego Gómez, otrora director de la biblioteca, nos informa que existen ahí algunos libros de la impetra de Don Nazario Espinoza, pues su obra es amplia y diversificada, en temas y composiciones que varían en función de los pedidos que recibía el litógrafo. Se encuentran en etiquetas comerciales, anunciando todo tipo de productos y de empresas, y en símbolos patrios, representados tanto en los anuncios como en los informes gubernamentales, reflejando su temática diversas ideologías: progresista, republicana, nacionalista, tradicionalista o religiosa. La masa de imágenes puede dar una idea de las actividades productivas que existían en la región durante la segunda mitad del decimonoveno siglo y principios del vigésimo, pues la atmósfera misma que envolvía aquella época es perfectamente sintetizada a través de la iconografía, la temática y las técnicas empleadas. Una tendencia muy utilizada en las etiquetas es el marco horizontal alargado y una línea oblicua ascendente y ondulante atraviesa la imagen de un extremo al otro. Además se encuentra depositados en el mencionado Archivo ediciones de algunos libros editados y con litografías de Don Nazario Espinosa.


   En efecto, tanto en las bibliotecas públicas del estado como en las colecciones particulares de la capital abundan ejemplos de su prolija producción documental, cuyos documentos están aún por inventariar, entre los que hay que contar una vasta variedad de imágenes que ilustran partituras, cientos de libros, carteles, revistas, planos, boletos, etiquetas, esquelas, retratos, empaques, acciones, sellos, membretes, tarjetas y calendarios.




   Algunos peritos señalaron la importancia de la “Casa Impresora”, pues los “talleres para impresiones de todos géneros” eran los primeros de la República y los visitantes distinguidos de Zacatecas llegaban a ella para conocerla, siendo orgullo para las artes gráficas de México y un honor merecido para Zacatecas al irradiar la cultura a las tierras del norte.[1]
   La obra de Don Nazario Espinosa, pionero y virtuoso del oficio litográfico contribuyó al esplendor zacatecano de la segunda mitad del siglo XIX, obteniendo el ilustre litógrafo reconocimientos locales, nacionales y extranjeros, entre los que destacan la “Medalla de Plata en la XVII exposición de Aguascalientes” mención honorífica al Sr. Nazario Espinosa en testimonio del interés que le inspiran la aplicación al trabajo y a la constancia, en abril 27 de 1874 y el Diploma de Miembro Fundador a Monsieur Nazario Espinosa de la “Academie Universalle des Sciencies et des Arts Industriels” de Brucelas, Bélgica, el 8 de Noviembre en 1891.







    Cabe mencionar el nombre y la obra de los magníficos dibujantes y litógrafos que enriquecieron el ta­ller con sus esmeradas y pulidas representaciones, igual de planos y portadas arquitectónicas que de tranvías o de carretas mortuorias, destacándose entre ellas la obra específica en el género caligráfico, en los sombreados y en los relieves ópticos, pero también las diestras representaciones de las incipientes compañías industriales o aquellas que atienden a las figuras humanas de personajes o comercios, en donde se puede ahora comprobar la filigrana estética en que culminó el arte plástico representativo de toda una cultura autónoma regional
   De acuerdo con Salvador Vidal el departamento de dibujo fue integrado por los dibujantes en piedras litográficas y grabadores en acero: Aurelio Corral, Juan Gar­cía Nava y Miguel Espinosa.  El Sr. José Reveles fue el maestro tipográfico, distinguido por su competencia en el ramo, quien se separó de la compañía en 1913 para radicarse en la capital de la República. En ese mismo año asumió la regencia tipográfica el maestro J. Dolores Delgado, abandonándola por falta de trabajo y volviéndola a tomar  en 1921 por poco tiempo, pues un tiempo después se hizo cargo  de la Presidencia Municipal de Zacatecas.
    Trabajaron también en la imprenta: Aureliano Barrón, Manuel Ra­mírez y Francisco Calderón en el taller litográfico, estando en las prensas litográficas el Sr. José López y Enrique Borda. En el taller de encuadernación figuraron como maestros Víctor R. Gonzá­lez, el gran rayador Cruz Rangel,  Florentino Corral y José Galindo, teniendo como ayudantes a las Señoritas. María Fidel Castro, María de Jesús Hernández y las hermanas María Guadalupe y Rita Díaz. Cuando la casa vivió tiempos de penuria por la precaria situación económica, colapsado el industrioso centro-norte mexicano por los acontecimientos revolucionarios los encargados tipográficos fueron  Gregorio Rivera, José Escobedo y Sebastián Arciniegas.  También trabajaron en la H Casa Impresora los señores Francisco Castañeda de la Torre, Moisés Torres, Francisco J. Salazar, Fernando Rodarte, Ezequiel Salcedo, Gabino Saucedo, Aureliano Corral, Moisés Torres, Miguel Arciniega, Rosendo Frausto, Fidel Guerrero, Rosendo Nava Trujillo y muchos más. Hay que agregar que la mayor parte de estos maestros del arte e industria litográfica, editorial e impresora, posteriormente, cuando se suscitó el éxodo masivo zacatecano a la capital del país, descollaron en la metrópoli en los diferentes ramos de su competencia.[2]
   La obra de Nazario Espinosa se extendió así a la educación de sus paisanos, siendo recordado su magisterio por muchos zacatecanos con verdadero cariño, por sus lecciones austeras, pues aun cuando era severo en las enseñanzas y en la disciplina, siempre supo interpretar capacidades y hacer hombres de trabajo y responsabilidad. 
 II
      Los talleres se situaban en amplios departamentos estilo europeo con grandes ventanales de vidrios esmerilados en el segundo piso.[3] Había también una pequeña huerta con árboles frutales, un aljibe y un patio de regulares dimensiones en donde sentaba sus reales la perra “Duquesa”, mascota de la familia que fue la centinela de la imprenta hasta su muerte, la cual era alimentada por Juan Medrano y un hijo de Nazario, concebido fuera del matrimonio, llamado Manuel Espinosa, que también trabajaba en la imprenta. En la parte baja había un gran salón que servía de bodega de papel, pues en aquella época no había en el país fábricas de papel y éste se importaba de Estados Unidos por carros enteros de ferrocarril.  En la parte alta del primer salón estaban la oficina y el almacén, tanto de productos terminados como de papel en cantidades más fáciles de manejar, así como de tintas y de artículos indispensables.






  De ahí se pasaba al taller de grabado y de impresión, a un salón de transporte y a otro salón de dibujo. El ala del frente tenía un taller de grabado de im­presión, así como el sistema de pruebas con un  rol. En el ala izquierda todos los "chivaletes" con los tipos, en el ala derecha, pegadas a la pared del patio, las máquinas de imprenta.  Estas eran: una máquina para pequeñas impresiones marca Liberty, había también una Chandler, una Cordón y una bronceadora.  En la sec­ción de litografía, que era la mayor, cuatro prensas: una pequeña, una media cuádru­ple, una cuádruple y una triple. Entre el salón de transporte y el final del salón estaban los molinos para la fabricación de tin­ta y mesas de limpieza de las piedras. En el ala trasera estaban las cortadoras, cizallas, perforadoras, máquinas dobladoras, engrapadoras, el departamento de encuadernación y una máquina raya­dora. Había también una caldera de vapor para mover las flechas de acero y las bandas que hacían funcionar todo el taller, al cual luego se le aplicó la fuerza de la electricidad. Por un documento de balance de capital hecho por Nazario Espinos en 1902 de su puño y letra, que se ha conservado hasta nuestros días, podemos darnos una idea del valor en metálico de aquellos bienes que se perdieron, el cual ascendía en ese año a 89 mil pesos.[4] Verdadero centro de activad, de trabajo y de cultura que esplendió en la ciudad de Zacatecas que tristemente terminó en la ruina. El edificio donde se encontraban los talleres, situados en el Callejón del Cobre #s30, 32-34, cerca del Callejón del Borrego, fue a la postre vendido y reducido con el pasar del tiempo y las vicisitudes revolucionarias a una vecindad, quedando el gran patio con aljibe transformado en pasto para vacas al ser transformado en un establo.


III
    Cuando la entrada de Pancho Villa en Zacatecas, sus tropas hicieron cuartel en la imprenta, destrozando las máquinas y robando todo lo que pudieron, volando la papelería de Don Nazario a consecuencia de la temible explosión que hubo en un edifico del gobierno, donde después estuvo el Cine Ilusión. Como suprema humillación a punta de pistola obligaron al orgulloso litógrafo, pasando la barbarie sobre sus ideales de tolerancia, racionalidad y buena fe, a barrer con una escoba los papeles quemados y los restos destrozados de las cajas tipográficas, cuyas letras habían quedado esparcidas por la calle, como si fuesen los inteligibles signos de un poema roto y mancillado. En la imprenta no se salvaron sino unas cuantas máqui­nas que, luego de la ausencia su dueño, fueron manejadas por su hijo Enrique Espinosa Dávila.





   Don Nazario Espinosa Araujo murió un lustro después de aquel incidente, el 30 de marzo de 1919, unos meses antes de cumplir los ochenta años de edad, en la casa donde vivía, situada la Plaza de Miguel Auza #29,  descansando sus restos fúnebres en una fosa del lote #7 del panteón de “La Purísima”, en la ciudad de Zacatecas que tanto amó. 


   Con los exangües restos de todo aquello, su hijo Enrique Espinosa pagó deudas y enfermó, agobiado por la falta de trabajo y que agravó lo extenso de su familia, malvendiendo el gran taller del Callejón del Cobre y Borrego, y descuidando decididamente la imprenta al entrar a trabajar a una agencia regenteada por Don Epigmenio González Flores, donde se reportaban minas, las cuales eran en aquel entonces frecuentemente “envenenadas”. La imprenta siguió trabajando, aunque malamente, como a su pesar, y ya sin la originalidad creativa de otro tiempo, tal como lo revelan algunos documentos, como el folleto: “Coronita del Espíritu Santo para alcanzar el remedio de nuestras necesidades”, firmado simplemente con la fecha, 1922, y al calce simplemente la firma “Espinosa, Zac,”.
   A la muerte de Enrique Espinosa Dávila en 1928 ya se habían perdido muchas piedras y quedaban sólo unas cuantas máquinas impresoras de menores dimensiones, asumiendo su hijo Antonio Espinoza González el cargo de regente, llevándose después los maltrechos restos de aquella empresa a la Plaza de Miguel Ausa, a un local que resultaba comparativamente pequeño, cerca de la Iglesia de San Agustín, en 1937, quedando el resto de los Talleres en poder del Banco de Zacatecas por una acción judicial.[5] En ese local estuvo trabajando la imprenta hasta 1944, año en el cual Don Antonio Espinosa se separó de esposa y decidió marchar a vivir a la Ciudad de México,  vendiendo así todos los restos que quedaban del viejo taller –acontecimiento que cerraba el círculo de uno de los talleres de estampa más lustrosos, profesionales y singulares y de mayor calidad artística que han existido en el Norte del México.


Apéndice

A continuación se trascribe la ficha bibliográfica de algunos volúmenes, folletos y revistas editados en la Imprenta de Nazario Espinosa Araujo:

Bibliografía:

·        Trídulo, Letanías y Gozos dedicados al Santo Niño de Atocha. 1886. Zacatecas, Imprenta y Litografía de Nazario Espinosa.
·        Trídulo en Obsequio de la Augusta y Santísima Trinidad. 1897. Zacatecas. Nazario Espinosa. Imprenta y Litografía.
·        Revista La libertad. 1904.
·        Revista de Zacatecas. Ilustrada. Julio de 1913. #1.
·        Revistad e Zacatecas. De Ignacio Flores Maciel. Causier. 1914.
·        Bouquet para el Bello Sexo. 2º Almanaque para 1889.
·        Memoria Minera que el Supremo Gobierno del Estado de Zacatecas presenta a la Exposición Mundial de París. 1889.
·        La novela de costumbres del licenciado Rafael Ceniceros y Villareal La Siega.
·        Instrucciones de Religión, Moral y Urbanidad. Escritos en verso castellano por el Presbítero José Francisco Sotomayor. 1895. Zacatecas, Nazario Espinosa.
·        Jesús Torres, Informe del Seminario Conciliar de la diócesis de Zacatecas. 1889-1890. Rector Jesús Torres. Imprenta y Litografía de Nazario Espinosa. 1890. 28 pp.
·        Julio M. Márquez. 14. O el Señor Lic. Rojas ante el público con la cuestión del “Mesón de Arrieta”. Tomo II, Zacatecas, Imprenta y Litografía de Nazario Espinosa, 1889. 21 pp.
·        Wistano Luis Orozco. Defensa producida por el Lic. Wistano Luis Orozco a favor de sí mismo ante el Sr. Juez #2 de lo general de Zacatecas, en el proceso seguido ante dicho funcionario, contra el mismo Orozco y contra el Sr. D. Francisco Avellaneda, administrador local de caminos por homicidio frustrado y portación de arma prohibida. Zacatecas. Imprenta y litografía de Nazario Espinosa, 1891. 33 pp.
·        Manuel Pámanes. 2ª Defensa producida por el Li. Manuel Pámanes ante el Supremo Tribunal de Justicia del estado de Zacatecas en la causa instruida contra Enrique del Hoyo por homicidio. Zacatecas, Papelería y Talleres de Nazario Espinosa. 1899. 39 pp.
·        Ambrosio Romo Vega y E. Ramírez, Pretorismo, Plutocracia y Clericalismo. 1910. Imprenta Nazario Espinosa. Zacatecas.
·        Ambrosio Romo Vega, Fórmula barométrica de nuevo tipo y tablas para la nivelación de alta precisión. 1911. Taller de Nazario Espinosa. Zacatecas.
·        T. A. Tiscareño, Nuestra Señora del Refugio, patrona de las misiones del Colegio Apostólico de Nuestra Señora de Guadalupe de Zacatecas. 1901. Talleres de Nazario Espinosa. Zacatecas.
·           Alfonso Toro, Estudio sobre el origen del hombre en América y su vida en los tiempos prehistóricos. 1906. Talleres de Nazario Espinosa. Zacatecas. 22 pp.
·        Juan Brefa, “Estudios de climacología Médica de Zacatecas: Memoria presentada a la Academia Nacional de Medicina de México, por su socio correspondiente Juan Brefa en cumplimiento de la Fracción 1, artículo 38 del registro”. 1892. Imprenta y litografía de Nazario Espinosa. 91 pp.
·        La Última Epidemia de Tifo en Zacatecas. Memoria presentada en la Academia nacional de Medicina de México por Juan Brea. 10 de mayo de 1893. 1993. Impresor y litógrafo Nazario espinosa, 32 pp.
·        Eclesiástico Zacatecano. Poliantea histórico-zacatecana por un eclesiástico zacatecano. Zacatecas. Nazario Espinosa, Imprenta y Litografía. 42 pp.
·        Luis Rey, Apuntes de un reportero. Zacatecas. Imprenta y Litografía de Nazario Espinosa. 15 pp.
·        José Espino Nava. 12 sermón. Predicado en la Santa Iglesia Catedral el 19 de marzo y mandado imprimir por el director de la asociación, Sr. San José, a quien el autor tubo la bondad de dedicarlo, 1887. Zacatecas. Imprenta y litografía de Nazario Espinosa.
·        Diego de la Trinidad Romero, 30 sermón. Predicado en la insigne y colegiada catedral de México con ocasión de la fiesta de Nuestra señora de Zacatecas, celebrada en honor de María santísima de Guadalupe el 12 de septiembre del presente año por el autor, Presbítero D. Diego de la Trinidad Romero. 1890. Zacatecas. Imprenta y Litográfica de Nazario Espinosa. 12 pp.
·        José de Jesús Alva y Franco, Sermón de María de Guadalupe predicado en el templo parroquial el día 12 de diciembre por el cura interino Guadalupe de J. Alva. Zacatecas, Imprenta y litografía de Nazario Espinosa. 17 pp.

·        La Caridad, Establecimiento Católico de educación Gratuita para Niños. 1887. Zacatecas. Imprenta y litográfica de Nazario Espinosa. 24 pp







[1] En el libro de viajes del italiano  Alfonso Doleiro México al Día, Impresiones y Notas de Viaje (Librería de la Viuda de C. Bouret, Paris-México, 1911) el autor refiere que en su visita a la imprenta de Don NazarioNos causó maravilla la perfección de los trabajos que ejecutan en aquella Casa, Bornetti me hizo observar la perfecta imitación de un anuncio a colores que figuraba Tosca cunado pone el crucifijo sobre el pecho de Scarpia”. Por su parte  Juan A. Pérez, en su  Almanaque Estadístico (México, 1876, Pág. 679), consigna que Don Nazario no omitió esfuerzos para desempeñar al mejor su trabajo, adquiriendo en 1876 una magnífica prensa mecánica de las últimas, perfeccionada y fabricada en París en ese mismo año.
[2] De acuerdo al testimonio de Enrique Salines Enríquez correspondió a los maestros Ezequiel Saucedo, Fernando Rodarte y J. Guadalupe Escobedo ser protagonistas del nacimiento, en su estancia en la gran metrópoli,  de la Confederación Regional Obrera Mexicana  (CROM). Enrique Salinas, Miografía Litográfica Zacatecana, Fundación Roberto Ramos Dávila, A. C. Zacatecas, México. 1ª ED. Mayo de 2000, Pág. 23.
[3] Datos obtenidos de un escrito personal de uno de los nietos de Nazario Espinosa, Don  José Nazario Espinosa González, fechado en 1987, titulado “Pequeños datos que recuerdo sobre mis antepasados y que futuros sepan de donde proceden”.
[4] El costo estimado de bienes habría sido el siguiente: el valor de la finca donde se encontraban los taller ascendía a 19, 248 pesos; el de la imprenta con máquinas y útiles a 15, 644 pesos; el del taller de litografía con máquinas y útiles a 23, 584; la encuadernadora a 6 652 pesos; el de la caldera de vapor que proporcionaba la fuerza motriz a 5, 530 pesos; las mercancías a 12, 871 pesos; más los muebles y enseres de ambas imprentas a los que sumaba los útiles del fotograbado por cerca de 3, 000 pesos más.  Los adeudos diversos y documentos a pagar sumaban 32 mil pesos. Todo lo cual daba un resultado de más de 56 mil pesos libres de polvo y paja. 
[5] En la Plaza Miguel Auza, en los bajos del edificio que fuera el Hotel Zacatecano, estuvo en 1905 la “Imprenta Literaria” del Señor Domiciano Hurtado, quien publicaba ahí el periódico “El Correo Zacatecano”, dirigido por Mariano Elías. Otra imprenta que estuvo en esa calle hasta 1909 fue “La Imprenta de Thomas Lorck”, estando situada en la Antigua Plaza de San Agustín #21.






No hay comentarios:

Publicar un comentario